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Si fueras una lámpara chiquitita...te guardaría en mi pecho, para que en los momentos de oscuridad ilumines mi vida.

Si fueras una isla...sería el océano, que sin cesar besa tus playas y acaricia tus costas.

Si fueras la luna...sería el poeta que se inspira en tu hermosura, para componer versos que usen los enamorados.


Si fueras una lágrima… sería la mejilla que recorres y le entregas tu ser.

Si fueras niebla...sería esa persona que al irse acercando, le vas atrapando, hasta el punto en que creería ser parte de ti.

Si fueras un libro...sería la historia de tu andar, de lo vivido y hecho realidad, la huella que has dejado.

Si fueras una pluma...sería la tinta que plasma tus sentimientos en papel al compás de tu movimiento.

Si fueras una estrella...sería el naufrago a la deriva que se guía con tu luz para regresar a casa con bien.

Si fueras amanecer...sería la estrella de la mañana, esa estrella que te recibe y contempla, ansiosa por tu llegada para morir en ti, oculta por la luz de la mañana.

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Gracias por compartirme de tu felicidad!!!



Aún no estoy preparado para perderte




Aún no estoy preparado para perderte...












No estoy preparado para que me dejes solo.












Aún no estoy preparado para crecer












y aceptar que es natural,












para reconocer que todo












tiene un principio y tiene un final.














Aún no estoy preparado para no tenerte












y sólo recordarte...












Aún no estoy preparado para no poder oírte












o no poder hablarte,












no estoy preparado para que no me abraces












y para no poder abrazarte.














Aún te necesito












y aún no estoy preparado para caminar












por el mundo preguntándome ¿por qué?












No estoy preparado hoy ni nunca lo estaré.














Te necesito...




















Autor: JOSE LUIS BORGES



Cuando quiero

Si fueras una isla...Yo sería el océano, que sin cesar, besa tus playas y acaricia tus costas,

si fueras una vela....protegería tu flama, no dejaría que se extinguiera la luz que ilumina los caminos para nunca tropezar,

Si fueras la luna...Sería el poeta que se inspira en tu hermosura, para componer versos que usen los enamorados

si fueras una lampara chiquitita...Te guardaría en mi pecho, para que en los momentos de oscuridad ilumines mi vida.

si fueras una estrella fugaz...te pediría un deseo,......que no fueras fugaz, necesito una estrella que me ilumine.

si fueras una lagrima, sería la mejilla que recorres y le entregas tu ser.

si fueras niebla...Yo sería esa persona que al irse acercando, me vas atrapando, hasta el punto en que creería ser parte de ti.

Si fueras un libro...Yo sería la historia de tu andar, de lo vivido y hecho realidad, la huella que has dejado.

Si fueras una pluma...Yo sería la tinta que plasma tus sentimientos en papel al compás de tu movimiento.

Si fueras una estrella...Yo sería el naufrago a la deriva que se guía con tu luz para regresar a casa con bien.

Si fueras amanecer...Yo sería la estrella de la mañana, esa estrella que te recibe y contempla, ansiosa por tu llegada para morir en ti, oculta por tu manto.

Se encontraba una señora muy enojada con su hijo, porque al niño le gustaba mucho comer cosas dulces, le encantaba todo lo que contenía azúcar. Un día le gano la impaciencia y fue a llevarlo con la persona más sabia del pueblo y le dijo:


- Disculpe maestro, aquí le traigo a mi niño para que me lo reprenda, pues no me hace mucho caso cuando le digo que no debe comer demasiadas cosas endulzadas, pues le pueden provocar un gran daño.

El maestro se quedo pensando en lo que le comento la señora y después de un momento le dice:

- Ahora no le puedo responder, tráigalo dentro de un par de semanas y le diré mi consejo.

Pasaron las dos semanas y se aparecen de nueva cuenta la señora y el niño a donde se encontraba el maestro.

- Buen día maestro, soy la señora que hace dos semanas le pedí un consejo para mi niño, pues a el le gusta comer mucho los dulces y los come en exceso. Dígame algún consejo para que el niño sepa el daño que causa comer muchos dulces.

- Mira niño, no te digo que dejes de comer dulces, solo te digo que no los puedes comer en exceso, pues te pueden causar problemas severos en la salud. Le pidió esto y muchas otras cosas al niño, todo esto para el beneficio de la salud del niño.

La señora solo le quedo una pequeña duda, quería saber porque se tuvieron que esperar un par de semanas para escuchar sus consejos. Y le pregunto al maestro y este le respondió:

- La razón principal por la cual les pedí que me esperaran un par de semanas para responderle, fue porque en esos dias yo mismo comía muchas cosas endulzadas, no puedo negar que me gusten los dulces y darle un consejo en ese momento carecería de VALOR MORAL, no tendría sentido darle una respuesta si ni yo mismo la llevo a cabo.
Es por eso que a partir de esa fecha me empecé a privar de algunas cosas endulzadas y empecé también a notar algunos beneficios en mi, y creo ahora, si poderle aconsejar con mayor veracidad.


Esta historia me agrada mucho, me pone a pensar que muchas veces opinamos de algunas cosas o damos algunos consejos sin sentido, pues en realidad desconocemos el caso desde sus raíces ò hacemos lo contrario, careciendo, como en el cuento, de valor moral para poder opinar. Solo espero que cuando emita alguna opinión, sepa todo el sentido de las partes involucradas ò como dicen: "Habla cuando tus palabras sean mas dulces que el silencio, sino de que sirve hablar"