Madrecita del alma querida
en mi pecho yo llevo una flor
no te importe el color que ella tenga
porque al fin tú eres madre una flor.

Tu cariño es mi bien madrecita
en mi vida tu has sido y seras
el refugio de todas mi penas
y la cuna de amor y verdad.

Y aunque amores yo tenga en la vida
que me llenen de felicidad
como el tuyo jamas madre mía
como el tuyo no habre de encontrar.

Tu cariño es mi bien madrecita
en mi vida tu haz sido y seras
el refugio de todas mi penas
y la cuna de amor y verdad.

Y aunque amores yo tenga en la vida
que mi llenen de felicidad
como el tuyo jamas madre mía
como el tuyo no habre de encontrar
como el tuyo jamas madre mía
como el tuyo no habre de encontrar.

Le pedí a Dios que me quitara el dolor.

Dios dijo, NO. Yo no te lo debo quitar, sino tú lo tienes que dejar.

Le pedí a Dios que hiciera que mi niño paralítico fuera completamente sano.

Dios dijo, No. Su espíritu está completo, su cuerpo es sólo temporal.

Le pedí a Dios que me concediera paciencia.

Dios dijo No. La paciencia viene como resultado de las tribulaciones, no se concede, se gana.

Le pedí a Dios que me diera felicidad.

Dios dijo, NO. Te doy bendiciones. Tú decides si quieres ser feliz.

Le pedí a Dios que me librara del sufrimiento.

Dios dijo NO. Los sufrimientos te alejan de los afanes del mundo y te acercan a mí.

Le pedí a Dios que hiciera crecer mi espiritu.

Dios dijo NO. Debes crecer por tí mismo, y yo te voy a podar para hacerte dar fruto.

Le pedí a Dios por todas las cosas que podría disfrutar en la vida.

Dios dijo, No. Te doy vida para que disfrutes de todas las cosas.

Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros, con el amor con que Él me ama a mí.

Dios me dijo... Ahhh, finalmente estás empezando a entender.